Ridley Scott es
bastante impredecible. Lo mismo te hace una obra maestra como Alien el Octavo Pasajero o Blade Runner, como te clava un mojón
como El Reino de los Cielos o The Counselor. También es capaz de hacer
una mega producción que no haya visto nadie, como Éxodo: Dioses y Héroes… en serio, ¿alguien la ha visto?
Ahora Scott se sube a cierta ola de cine de astronautas que
se inició con Gravity (2013, para mi una obra maestra) y continuó con Interstellar (2014). The
Martian (“Marte” en España, “Misión Rescate” en México) toma prestado de
esta última parte de su reparto (Matt
Damon y Jessica Chastain) y gran parte de la espectacularidad visual de
ambas. Los paisajes marcianos de la película son alucinantes… tan creíbles que
te da la impresión de haber pasado un tiempo en el planeta rojo.
Lo que no hace The
Martian es competir con Gravity
en intensidad ni con Interstellar en
complejidad, y hace bien porque perdería la batalla. Su huella la busca por el
lado de la comedia, que es en realidad el tono que domina la película. Si el
espectador busca otra cosa quedará decepcionado. Pero si se busca una comedia
de aventuras y supervivencia ligera con
una puesta en escena espectacular, se pasará un muy buen rato con alguna y que
otra carcajada.
El guion tiene un buen montón de puntos resueltos de forma
bastante increíble (¿motines en la NASA?) y en un intento de convertir una
gesta individual en colectiva se recurre a escenas de muchedumbres celebrando
eufóricas en plena calle que son un poco de Operación Triunfo y dan un pelín de
vergüenza ajena.
Pasando eso por alto, The
Martian es un Robinson Crusoe
interplanetario que se apoya más en el
gag y la comedia que en el sufrimiento y el deterioro que produce el aislamiento, con el que se
puede pasar un rato muy divertido y muy ameno.
Entre sus aciertos está sin duda el propio reparto. Matt Damon es un actor de esos que
nunca hace demasiado, pero siempre es suficiente: me gusta. Jessica Chastain es para mi algo inexpresiva y tal vez se está
sobreexponiendo últimamente… pero también estoy muy a favor. Chocante pero placentero es ver a dos
monstruos de la comedia como Jeff
Daniels y sobre todo Kristen Wiig
haciendo papeles “serios”. Kate Mara
también está últimamente hasta en la sopa, y no me opongo, aunque prefiero la
mirada perversa de su hermana Rooney.
A quien he descubierto en esta peli y me apetece mucho seguirle la pista es a Mackenzie Davis, que aunque haga aquí un
poco de fea no nos engaña…
Todo un poco marciano, pero yo disfruté mucho la peli. En
cualquier caso, el puesto número uno en cine “del espacio” lo sigue ocupando
para mi la grandísima El Astronauta
(1970), con el aún más grande Tony
Leblanc y esa frase imborrable de “Houston…
Houston… aquí Minglanillas”. Eso sí que no hay dinero para pagarlo.